Hoy es un día distinto, me levante temprano como no hacia en siglos, tome mi toalla y me duche rápidamente, mire mi reloj, 7:30, sentí que me mareaba, tal vez por la falta de sueño o quizás porque necesitaba un poco de ese toque mágico. Me vestí como siempre, ropa negra, simple a la vista de la gente linda, me lave mis dientes, estaba casi listo para partir, pero algo ocurrió, algo que no pasaba hace mucho, quizás por que no me levantaba temprano hace rato o por otro motivo mas complejo, pero ocurrió, me devolví al baño y me mire al espejo, deben haber pasado unos 2 meses que no lo hacia. Y hay estaba, ese ser exitoso y que todo puede hacer, me miraba inquieto, como esperando a que le dijera alguna cosa. Me enfermaba el hecho de que estuviera allí, me sonreía y me miraba con sus ojos maniáticos, y fue en ese momento cuando recordé el por que no debía mirar en el espejo.
¿Que opinas tu? Me dijo sin siquiera pestañar, no lo soporto es que me enfermaba su mirada era como que algo no encajaba hay. Pensé en lo linda que debía ser su vida, en la linda familia que debía tener, en los más de diez mil proyectos que se propuso y que logro. Me sentí más pequeño de lo pequeño que ya era, de pronto la depresión me presionaba nuevamente, odiaba estar hay y en cualquier lado, ¿realmente sirvo para algo en este mundo? Se preguntaba mi cabeza como un millón de veces, me vi tan envuelto en mis pensamientos que al regresar, no me di cuenta de que tenía una silla en las manos a punto de ser estrellada contra el espejo. Reaccione rápidamente y me di cuenta de mi error, el ser del espejo también quería estrellar con una silla mi mundo, y fue entonces que reí, reí todo lo que pude, es que no podía ser mas estupido, todo estaba en mi imaginación, es que me di cuenta de que la respuesta era obvia, no saco nada con romper el espejo si nunca podré superar a ese alguien que esta al otro lado.
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