Jugamos a ser estrellas en la noche despejada, brillantes y lejanas; llenas de sueños perdidos en una oscuridad de problemas cotidianos. Jugamos a ser el viento, a manejar nuestras emociones entre las hojas danzantes de sensaciones, entre el pasto, el roció, la lluvia; el amor, el engaño, el odio. Jugamos a ser adultos cuando aun nos sentimos pequeños, jugamos a ser niños cuando irradiamos responsabilidades. Jugamos a que la vida es lineal, cuando realmente se da vuelta en ciclos. Jugamos a que tenemos mil cosas por hacer, sin siquiera saber que con una acción todo los planes pueden derrumbarse. Jugamos, solo vivimos jugando, jugamos a que la vida es corta y que hay que vivirla.
3 comentarios:
Me gusta tanto lo que escribes que me da pena afearlo con un comentario, pero de todos modos, nunca está demás demostrar admiración por una obra.
Saludos, estimado (:
me gustó mucho este pensamiento, es cierto que la vida muchas veces se toma como un juego
Te recuerdo con mucho cariño, tu me olvidaste? Maria Jose
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