Llueve,
al fin llueve,
las exquisitas gotas se llevan lo malo de días pasados y me realimentan con energías nuevas,
me purifico,
me alegro en demasía y considero que la vida tiene sentido en momentos como este.
La calle poco a poco se convierte en río,
mis necedades y preocupaciones navegan en barcos de hojas de árbol,
barcos,
millones de barcos que se llevan los problemas de miles de personas,
y los depositan en la tierra para convertirlos en nutrientes.
El cristal de mi ventana refleja el suicidio de miles de gotitas que mueren felices,
mueren con las ganas de sacar mas de una sonrisa en esta apagada ciudad,
felices porque tienen esperanzas y metas cumplidas.
Me paro en medio del patio y grito con ganas,
le grito a la lluvia y esta me responde con alegría,
la vecina me mira por entre medio de las cortinas,
pensará que no me doy cuenta de su presencia,
¿por qué no disfruta de la lluvia?
¿por qué toda esa gente se amarga con este clima?
La lluvia se empieza a detener,
los charcos se apagan,
las hojas rechazan el agua sobrante,
el frío,
el frío llega a calar los huesos,
celoso quiere hacer mejor trabajo que las gotas,
se acaba esta rica tarde de junio,
cerraré la ventana y apagare las luces.
2 comentarios:
amo el olor a tierra mojada ke sale luego de la primera lluvia....
lo ame!! :P
notable: "celoso quiere hacer mejor trabajo que las gotas"
:D
Publicar un comentario